Este servicio consiste en la certificación del correcto funcionamiento de aplicaciones y sistemas, asegurando el cumplimiento del nivel de calidad esperado por el cliente, a través, de la ejecución de pruebas funcionales.
Nos centramos en detectar si su producto contiene defectos, enlaces rotos, errores ortográficos o cualquier otro tipo de incidencia que pueda afectar de manera negativa las especificaciones funcionales y requisitos del cliente.